Caracterizado por una sensación generalizada de cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica, con principal incidencia entre las personas de 20 a 50 años, y mayor preponderancia en las mujeres que en los hombres.
¿Por qué el otoño nos deprime?
Porque se reducen las horas de sol y cambian los ritmos vitales, produciéndose un desequilibrio interno. La luz solar es clave en la producción de ciertas hormonas en el cerebro como son la melatonina. Dicha hormona influye en el sueño, la energía, la regulación de hambre o temperatura del cuerpo.
Consejos prácticos
- Procurar hacer una alimentación sana y variada, respetando en la medida de lo posible los horarios de las comidas.
- Llevar unos horarios fijos para acostarnos y levantarnos y respetar un mínimo de horas de sueño.
- Realizar actividad física regular, prioritariamente al aire libre y durante las horas del día. La actividad física moderada como caminar una hora al día supondrá un saludable mayor cansancio físico lo que mejorará la conciliación del sueño.
- La exposición a la luz del sol reducirá la presencia de melatonina y aumentará la serotonina, por lo que la sensación de cansancio durante el día será menor.
- Una actividad intelectual que nos motive y estimule. Hacer tareas sencillas como los pasatiempos o también la lectura que estimulan el conocimiento y evitan las ideas negativas que acompañan al sentimiento de tristeza propio de la melancolía otoñal.
- Regular progresivamente los horarios y actividades para normalizarlos y adecuarlos a las jornadas laborales o académicas.